EL ESTRÉS Y SU GESTIÓN INTELIGENTE

Escrito por Laura MOZ

Soy Laura MOZ, y si estás aquí es porque, como yo, te has dado cuenta de que sobrevivir no es suficiente. No se trata solo de avanzar, sino de hacerlo con propósito, equilibrio y un impacto positivo en el mundo que nos rodea.

MUSHIN KNOWLEDGE

CONOCIMIENTO QUE MAXIMIZA RECURSOS

El conocimiento como fuente de inspiración

A partir de una pequeña historia deseamos compartir contigo elementos muy interesantes de un concepto que escuchamos a menudo y en
ocasiones, más de las deseadas, hace parte de nuestra vida: el estrés. Identificaremos el papel que juega en nuestro día a día y cómo podemos combatirlo cuando se vuelve perjudicial para nosotros.

Antes de la pandemia, el director del departamento de contabilidad nombró a Rosa como jefa del equipo de trabajo. Al principio, aunque un poco estresada, situación normal por el nuevo reto, le iba muy bien y podía con todo, no tenía mayor problema para realizar sus labores ni para guiar y acompañar a sus compañeros.

Sin embargo, desde que empezó la pandemia, siente que no da abasto, que todo le sobrepasa. Afirma que se encuentra todo el rato en tensión, que no descansa y que está irritada constantemente, lo que repercute en su desempeño y en su relación con sus compañeros. No sabe como gestionarse.

ESTRATEGIAS CONTRASTADAS PARA LA GESTIÓN DEL ESTRÉS
PARTE I

Una distinción que es interesante conocer sobre El Estrés: Eustrés y Distrés.

¿Qué le pasa a Rosa?

Rosa está estresada, esa es la respuesta rápida y concisa. Pero como aquí estamos para ampliar nuestro conocimiento y aumentar nuestros recursos, os lo vamos a contar un poco más a fondo. El estrés es una respuesta adaptativa del individuo, que consiste en la secreción de adrenalina y cortisol, y que nos ayuda a enfrentar situaciones que exigen concentración y eficiencia. En este sentido, la capacidad para dar una respuesta adaptativa o no, determinará el tipo de estrés que estemos experimentando.

Si tenemos capacidad personal, recursos para dar una respuesta que se adapte a las condiciones o demandas que nos impone la situación estamos ante un tipo de estrés denominado eustrés. El eustrés es beneficioso para nosotros y nuestro desempeño, es el que nos permite enfrentarnos a desafíos y retos con entusiasmo, porque identificamos que tenemos recursos (conocimientos, habilidades y/o experiencia) para hacerle frente.

Si tenemos capacidad personal, para dar una respuesta eficaz a las condiciones de la situación estamos ante un tipo de estrés denominado eustrés.

Y cuando vamos haciéndole frente a la situación con éxito, van volviendo a la normalidad los niveles de cortisol y adrenalina y aumentan otros neurotransmisores asociados con el placer y el logro, la dopamina y la serotonina.

Sin embargo, cuando “percibimos” que no tenemos capacidad para dar una respuesta que se adapte a las demandas o condiciones de la situación aparece otro tipo de estrés y este seguro lo conocéis mejor, el distrés o estrés negativo.

El distrés es aquel que experimentamos cuando sentimos que el mundo se abalanza sobre nosotros.
Este tipo de estrés nos causa angustia, porque no nos percibimos capaces de afrontar la tarea que nos toca con eficacia, no percibimos que tengamos recursos, y todo ello nos conduce a tener una reacción y una respuesta que no se adapta a las demandas de la situación.

Es importante mencionar en este caso, que al no lograr hacerse cargo de la manera que nos gustaría, no obtenemos la sensación de éxito, por tanto, no nos liberamos del cortisol y la adrenalina, por el contrario, estas van en aumento y se van quedando acumuladas en nuestro organismo, lo que a largo plazo puede producir problemas de salud, tanto a niveles físicos como mentales.

Veamos el caso de Rosa: ella afirmaba que al principio se sintió un poco estresada, pero desempeñó bien su trabajo. Es decir, el eutrés jugó su papel e hizo que Rosa dispusiera de mayores recursos cognitivos para hacer frente a su nuevo puesto. Sin embargo, debido a la pandemia, se vio expuesta a una situación nueva que no sabía cómo gestionar, lo que se le sumo a su reciente nombramiento en el cargo, por lo que se vio sobresaturada y se exigió mucho a ella misma; es decir, Rosa experimentó distrés. ¿Cómo puede gestionar esta situación?

¿QUÉ PUEDE HACER ROSA?

Rosa puede buscar maneras eficientes y avaladas para gestionar su estrés. Hemos identificado que el estrés en sí mismo no es bueno o malo, estará en función de nuestra capacidad de respuesta para responder a la situación. Existen estrategias que nos permiten gestionar mejor nuestros recursos y con ellos, mejorar así nuestra efectividad. Vamos con ellas: os presentamos algunas de las estrategias con mayor eficacia demostrada agrupadas en tres grandes funciones:

1 CUIDA TU CUERPO Y TU ENERGÍA

Equilibrar el trabajo con el bienestar físico puede resultar complicado en épocas de crisis. Por ejemplo, Rosa ve cómo el cuerpo de su padre ha sufrido tras años y años de trabajo, y quiere aprender a conservar una buena forma y salud porque ve que las personas físicamente saludables suelen estar más felices. Si piensas lo mismo que Rosa, estás en lo cierto, un buen estado de salud física te ayudará a mejorar tu humor, reducir inflamaciones y regular tus emociones.

Para conseguirlo, asegúrate de tomarte el tiempo suficiente para descansar, aparta un espacio en tu agenda para realizar otras prácticas más sencillas en tu día a día, desde meditar hasta ejercicios de respiración, deporte o incluso siestas revitalizadoras. También puedes elegir deliberadamente tener tu momento para escuchar tu canción favorita y bailarla mientras la cantas o buscarte un monólogo de algún humorista que te guste. esto incrementará tu nivel de energía y ánimo.

2 PÁRATE A PENSAR DE MANERA OBJETIVA

Normalmente el estrés no nos deja ver las cosas con claridad, es importante pararse a pensar y tomarse un tiempo para conocer la situación. Sin embargo, en el caso de Rosa, ella quiere aprender a gestionar sus pensamientos para no perder su tiempo ni su energía, sabe que es necesario parar para después ir más rápido.

Reflexionar es una manera de procesar qué ha sucedido durante el día y encontrar un momento para escucharte a ti mismo de manera consciente. Así, puedes hacerte una imagen general de tu propio comportamiento y emprender acciones de mejoramiento.

Esto lo puedes complementar con tus compañeros, preguntándoles sobre cómo te han visto ellos en situaciones críticas en las que has respondido bajo presión. Puedes hacer esta reflexión meditando, saliendo a correr, paseando a tu mascota… lo importante es que lo establezcas como hábito.

3 MANEJA TU TIEMPO Y APLICA TUS RECURSOS

El tiempo se nos escapa de las manos y es lo que más ansiamos tener, por eso desperdiciarlo nos enfada tanto.

Es crucial que aprendamos a identificar qué tareas son urgentes cuáles podemos delegar, cuáles nos van a tomar más tiempo…

Por ejemplo, Rosa cada mañana se plantea sus objetivos del día, establece cuales son de vital importancia y urgencia y cuales se pueden posponer, delegar o eliminar.

De esta forma, tiene una menor carga de trabajo, pero está mucho más concentrada y efectiva a la hora de llevarlo a cabo.

También suele pedir feedback a sus compañeros para saber cómo están funcionando sus estrategias, de modo que pueda reajustar cualquier cosa en su forma de hacer las cosas y conseguir una mejor gestión de su tiempo y del de los demás.

Autores: Laura MOZ, Jesús de Miguel, Isaac Camacho, Jairo García y Alejandro Gemelin

Cómo citar este trabajo: Ortiz, L., De Miguel, J., Camacho, I., García, J., Gemelin, A. (2021). El estrés y su gestión inteligente. Documento de trabajo de la serie: Blog sobre el estrés y su gestión: Mushin Consultores S.L.