EN BUSCA DELIBERADA DEL BIENESTAR: LIBERÁNDOME DEL ANCLAJE

Escrito por Laura MOZ

Soy Laura MOZ, y si estás aquí es porque, como yo, te has dado cuenta de que sobrevivir no es suficiente. No se trata solo de avanzar, sino de hacerlo con propósito, equilibrio y un impacto positivo en el mundo que nos rodea.

En el blog de hoy vamos a conocer la historia de Juan, perfecta para ver qué papel juega el trabajo en nuestro bienestar subjetivo, qué cosas de este son importantes, y cuáles no.

Juan es un trabajador de éxito, entró hace unos pares de años y ya es jefe del departamento de marketing digital de su empresa. Juan siempre pensó que teniendo este puesto iba a ser la persona más feliz del mundo, ya que según él era su trabajo soñado; además, el dinero que recibe al final de mes le permite vivir acomodado y comprarse de vez en cuando, por no decir siempre, sus caprichitos. Juan afirma que durante los primeros meses sí que sintió una mejora en su vida, sin embargo, fue mucho menor de lo que pensaba. Ahora, siente que su trabajo no tiene tanta importancia en su empresa, y que necesita más dinero para ser feliz. Quiere más, quiere aspirar a lo que tiene su compañera Virginia, que ha conseguido el puesto de directora de arte, con un sueldo más elevado.

¿Qué le ha pasado a Juan? Juan está experimentando algo conocido como: El sesgo de anclaje

Juan ha sufrido los efectos de los invisibles, pero muy molestos, atajos mentales o heurísticos de nuestra cognición que nos empujan a cometer sesgos, errores. En este caso, Juan siempre ha pensado que cuanto más dinero y poder tuviese en su trabajo, más feliz sería. Sin embargo, cuando ha tenido lo que quería, no ha sido tan feliz como creía y ahora quiere más de lo mismo; quiere lo que tiene Virginia. Esto, queridos lectores, es lo que se conoce como anclaje. Este sesgo es muy simple, pero tiene un impacto en nuestra vida que ni si quiera nos lo podemos imaginar. Solo para poneros un ejemplo: Juan, como especialista en marketing, lo usa constantemente para aumentar la conducta de consumo, para que compremos tres jabones en vez de uno, que es lo que queríamos realmente.

El anclaje es un punto de referencia a partir del cual juzgamos las demás cosas relacionadas. No juzgamos racionalmente y de manera absoluta, sino que usamos un punto de referencia para tomar decisiones. Este anclaje no tiene ni porqué ser racional, ni tiene porqué ser algo vital; puede ser cualquier cosa. En este caso, el anclaje de Juan ha sido, primero, su posición anterior al ascenso y, después, Virginia y su puesto de trabajo (y lo que gana); y mirad, ni siquiera pertenecen al mismo departamento, ni sus puestos son parecidos, ni se cobra lo mismo en ambos departamentos. Pero Juan ha establecido su anclaje y de ahí no le mueven.

¿Qué se puede hacer para luchar contra el anclaje? Re-pensar, re-experienciar

Lo primero, ser consciente de que existe y su funcionamiento. Ahora os presentamos una estrategia encaminada a frenar este sesgo y a que volvamos a disfrutar de nuestro trabajo y de nuestra vida: re-pensar, re-experienciar. Es una estrategia que nos permite cambiar nuestro anclaje, el punto de referencia con el cual juzgamos aspectos de nuestra vida, o con el cual juzgamos cosas, situaciones y personas.

Lo que se busca es que pensemos en cómo estábamos antes de que nos pasase algo bueno, en el caso de Juan, que piense en cómo estaba antes del ascenso, antes de entrar en la empresa y antes de encontrar trabajo. De esta manera, tomamos conciencia y usamos como anclaje nuestra situación pasada, con lo cual podemos observar cómo hemos mejorado. Por ejemplo, Juan podrá experienciar y ver cómo ha mejorado su vida en tan pocos años, lo que le hará experimentar niveles altos de bienestar.

Otras estrategias, para que sigamos buscando nuestro bienestar

Observar: muy relacionado con la estrategia anterior, nos permite analizar detalladamente todo aquello que supuestamente nos hace feliz, buscando que podamos pensar de manera objetiva y sin ninguna idealización sobre aquello que pensamos que nos proporciona bienestar. Quizás Virginia trabaje tanto que no tenga tiempo para ella misma, que su trabajo esté mal pagado (en comparación a su departamento) o que Virginia no disfrute su trabajo; por lo tanto, Juan debe observar atentamente su anclaje y ser objetivo, viendo que quizás él sea más feliz que su compañera.

Por otro lado, en vez de centrarse tanto en la posición y el dinero que gana, Juan debería pensar en si ese trabajo le satisface, si ese trabajo le reta y le hace mejor profesional y persona. Y es que el trabajo puede aumentar nuestros niveles de bienestar, pero cuando es un trabajo que supone un desafío, cuando reta a nuestras fortalezas. Cuando esto es así, experimentamos sentido con el trabajo o flow, que es similar a cuando estas haciendo el hobbie que más te gusta y pierdes la noción del tiempo y te dejas fluir hasta terminarlo, disfrutando de cada momento.

Y tú, ¿esta situación que presenta Juan la has experimentado de alguna manera en algún ámbito de tu vida?, ¿Qué harás a partir de hoy para aumentar tu nivel de bienestar?

Autor: Isaac Camacho Duque, Mushin Consultores S.L.

Fuente: Mushin Consultores S.L., y The Science of Happiness (Yale University)

Cómo citar este trabajo: Camacho, I. (2021). Liberándome del anclaje. Documento de trabajo de la serie: En busca deliberada del bienestar: Mushin Consultores S.L.